Darío: un niño especial
Darío era un niño muy especial. No aprendió los números hasta que tenía diez años. Cuando abandonó la escuela tenía catorce y aún no sabía leer.
En el patio de recreo siempre me preguntaba:
- Pofe*, ¿y ahora qué ? - pronunciaba mal las palabras.
- Ahora jugamos al baloncesto.- le encantaba este juego.
- ¿Y depué*?
- Después volvemos a la clase.
- ¿Y depué?
- Después vamos a comer.
-¿Y depué?
- Después nos vamos para casa.
- ¿Y depué?
- Cenamos, ponemos el pijama y nos vamos a la cama.
- ¿El pijama azú*?
- Sí, nos ponemos el pijama azul.
- ¿Y tú tienes pijama azú?
- Sí, mi pijama también es azul .- se sonreía porque le agradaba que mi pijama fuese azul como el suyo.
- ¿Y depués?
- Después se acaba el mundo.
- ¡Sí, pofe!
-Sí, Darío. Después ya se acaba el mundo.- aquí se reía abiertamente y ya no preguntaba más.
Durante varios años, cada vez que nos encontrábamos en el patio, siempre se repetía este diálogo.
Un día, doce años después de abandonar el colegio, lo encontré en la calle. Me reconoció, se acercó y me dijo:
- Hola, pofe .- seguía pronunciando mal las palabras.
- Hola, Darío. ¿Qué tal?
- El mundo aún no se acabó, pofe.- parecía triste y sentí haberle mentido porque él confiaba en mí.
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