MUJERCITA
Érase una vez una mujercita que vivía en una casita.
Una noche, cuando estaba en su camita, oyó un ruido.
Salió de la camita y encendió su velita.
Miró bajo su camita. Miró bajo su mesita. Miró bajo su sillita.
No había nada.
Así que apagó su velita y regresó a su camita.
La mujercita cerró los ojitos. Ya iba a dormirse cuando... ¡oyó un ruido!
Así que salió de la camita y encendió la velita y bajó la escalerita.
Entró en su salita. Miró bajo la mesita. Miró bajo las sillitas.
No había nada.
Así que subió la escalerita, apagó la velita y regresó a su camita.
La mujercita cerró los ojitos. Ya iba a dormirse cuando... ¡oyó un ruido!
Salió de la cama. Encendió la vela. Bajo la escalera. Entró en el comedor. Subió a la mesa. Levantó el mantel. Miró debajo. Y en eso salió... ¡bu!.
-Vaya, vaya -dijo la mujercita-, ¡qué te parece! Asustarse de un simple ¡bu!
James H. Van Sickle
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